lunes, 4 de octubre de 2010

Incapaz.

Lunes hiperactivo, me río por no llorar, y, de hecho, me río demasiado. El calendario vuela como lo hacen las palomas de la Piazza San Marco cuando corres detrás de ellas. Sólo dejan plumas, plumas y mierda a su alrededor. Al igual que los días que pasan solo me dejan más mierda encima.

Podría instarte a mantener una conversación pero me parecería carente de sentido, tú eliges, tú haces. ¿Yo? Yo me limito a asumir.

Se cansó el miedo de verme asustada y me pegó dos hostias, ahora estoy en estado de shock. Debe haberme jodido algo en el cerebro, porque tengo un odioso agujero negro, un pozo sin fondo lleno hasta arriba de vacío.Vacío.Nada.Nada.


Y mucha más nada.

Con mi coeficiente intelectual reducido a cero y mis sentimientos a menos diez no entiendo ni porqué estoy escribiendo esto. Pero bueno, el caso, el asunto, el tema, la cuestión... es que lo estoy haciendo.


Alquilemos una vista panorámica de amaneceres en una tarde de Febrero y veámoslos todos.
No, mejor no.

Si te preguntase ahora, si te retase a hacerlo todo de nuevo. Bueno, no todo, eso es un rollo para qué nos vamos a engañar, no vamos a tirar a la basura el número...¿8? ¿7? ¿9?
Qué leches, no me acuerdo y ya he perdido la cuenta. Es demasiado tiempo.

Si consiguiese sacar fuerzas de donde no las tengo, hacer de tripas corazón (o de corazón tripas), mirarte a los ojos.
Si por un solo momento nos tropezásemos haciéndonos los encontradizos y yo tuviese la valentía que no tengo y jamás tendré y jamás tendrás y jamás tendremos...Si solo por una vez la suerte me guiñase un ojo y me sonriese de verdad, y todas las estrellas fugaces a las que alguna vez les pedi un deseo se alineasen POR MÍ...